El tambor de reglamento fue uno de los instrumentos más populares y utilizados en España desde los años 40 hasta los 80, especialmente en contextos militares, cofrades y escolares. Su estilo es marcadamente militar y se caracteriza por sus colores representativos de la bandera de España, lo que hizo que en muchos sectores se le conociera popularmente como el “tambor españolito”.
Este tambor se fabricó en distintas medidas, desde 38 cm de diámetro hasta versiones más pequeñas de 25 cm pensadas para niños. Los materiales más comunes en su fabricación eran la madera, aunque también se hicieron versiones en latón.
La afinación del tambor se realizaba con varillas metálicas y palometas, un sistema clásico. El bordón (el elemento que da el característico sonido vibrante) podía ser de tripa, seda o, en versiones más modernas, de acero. Los parches eran tradicionalmente de piel, aunque con el tiempo también se utilizaron parches sintéticos.
Todo en este instrumento lo hace un clásico: su aspecto, su sonido y su presencia en la historia musical popular y tradicional española.
